
Habilidades de los profesionales de Intervenciones Asistidas con Perros en las sesiones grupales
A la hora de plantear una sesión grupal en un contexto educativo, terapéutico o de ocio promovemos la cohesión de grupo entre los beneficiarios de la intervención y el cumplimiento de los objetivos terapéuticos y/o educativos. Pero tan importante como lo anterior, es alcanzar objetivos vinculados con las relaciones y habilidades sociales requeridas para que los/as usuarios/as participen de la manera más inclusiva posible dentro de su entorno más cercano.
Los/as profesionales que trabajamos dentro de este ámbito debemos ser flexibles y adaptarnos a las necesidades individuales de los miembros del grupo. Durante una sesión grupal pueden darse situaciones por motivos ajenos a la unidad de Intervenciones Asistidas con Perros (IAP). Esa circunstancia puede hacernos reconducir o modificar la intervención, así como adaptar los recursos materiales y la distribución espacial que se había elegido y preparado desde un principio. Esto se hace para garantizar que la sesión que se lleve a cabo sea lo más significativa posible para cada uno/a de los/as participantes.
En este sentido, es fundamental que anticipemos qué situaciones podrían darse en los contextos mencionados con anterioridad que pudiesen alterar la dinámica planteada para la sesión en cuestión. Asimismo, ser resolutivo/a y creativo/a facilitará dar respuesta a dichos “contratiempos”.
La experiencia también es otro factor de gran relevancia en estas situaciones. Una unidad de intervención que se haya desenvuelto y trabajado con diferentes tipos de grupos, profesionales y centros, se habrá enfrentado a un mayor número de situaciones de este tipo de las que habrá aprendido y adquirido estrategias y herramientas de ayuda para abordar una correcta intervención.
Por último, pero no menos importante, hacer alusión a las intervenciones más individualizadas y personalizadas dentro de una sesión grupal. Dependiendo de las necesidades que presenten cada uno/a de los miembros que conforman el mismo, será preciso o no llevar a cabo una actividad más individualizada que le permita adquirir e integrar las competencias correspondientes a los objetivos planteados en el proyecto. Es por ello que, como profesionales de nuestro ámbito del trabajo, debemos plantear dinámicas en las que, aun realizando una actividad más personalizada hacia un/a usuario/a, este/a se sienta parte del grupo y el resto de compañeros/as también puedan sentirse parte de la dinámica en ese momento.