Cognitiva y emocionalmente hablando, por supuesto
Desde mi corta experiencia he podido observar que, en este pequeño pero controvertido mundo del perro, existen muchísimas formas de adiestrar y de educar; algunas tan diferentes y opuestas que van desde los que se han venido a llamar “adiestramientos tradicionales” hasta los llamados adiestradores “en positivo”. De todos ellos he visto trabajos tanto comerciales como técnicos y deportivos que, en cada una de esas parcelas, obtienen excelentes resultados. Estas distintas “escuelas” con las que podemos estar más o menos de acuerdo en sus métodos, filosofía, técnicas etc conviven en la actualidad y son germen de acaloradas discusiones entre los propios profesionales del adiestramiento. Ya sabéis eso que dicen de esta profesión: “dos adiestradores solo se ponen de acuerdo en que un tercero está equivocado”.
Mi intención no es echar más leña al fuego, así que creo que lo más honesto por mi parte es escribir un post sobre las razones que me llevan a trabajar bajo uno de esos sistemas: el Cognitivo-Emocional desarrollado por Carlos Alfonso López (aquí podéis consultar gran parte de su currículum) y su equipo en EDUCAN, a fuerza que me vuelvan a repetir desde las esferas entendidas que es un post demasiado largo (ya sabes lo que digo Raúl…) Vamos allá:
1. Por su claridad de conceptos y holística. Este sistema ofrece la posibilidad de afrontar un trabajo deportivo, de terapia asistida, de asistencia o una obediencia comercial con unos protocolos claros, sencillos y estandarizados que permiten gracias a su división en fases y etapas, evaluar tanto nuestro trabajo hacia el perro como el del can en cada momento. Así mismo, no se configura como un conglomerado de técnicas de aprendizaje sino que cada parte del trabajo está relacionado entre sí para dar coherencia y consistencia a los procesos de aprendizaje buscando una forma de aprender determinada que sea fácil de asimilar por el perro fomentando nuestra vinculación con él.
2. Por su aprovechamiento de las capacidades cognitivas y características etológicas del perro. Conocer perfectamente cuáles son los procesos cognitivos que se dan en el perro abre un abanico de posibilidades de trabajo mental y, fundamentalmente, de comprensión de las conductas a aprender. Así mismo, es un trabajo que tiene muy en cuenta las características etológicas del perro permitiéndonos conocer el porqué de muchos comportamientos del perro que, sin este fundamental conocimiento, quedarían fuera de nuestro alcance.
3. Por el planteamiento básico de la gestión emocional. Los que nos dedicamos a la modificación de conducta sabemos que la gestión emocional es un pilar básico en los tratamientos de muchos de los problemas que frecuentemente aparecen en los perros de familia: diferentes ansiedades y estrés, fobias, miedos, etc Sin conocer cómo funciona dicha gestión se nos haría muy complicado trabajar en ese campo. Pero más allá de esto, valoro fundamentalmente la propuesta de trabajo de EDUCAN por el respeto a las emociones del perro protocolarizando y dándole una gran importancia a la evaluación del estado emocional del perro en cada momento del aprendizaje, sea cual sea la especialidad, dotando de herramientas al adiestrador para lograr un perro equilibrado a nivel emocional.
4. Por la integración del motor social como el fundamental (que no el único) a la hora de trabajar con el perro. Aunque lo haya dejado para el último no quiere decir que sea el menos importante, todo lo contrario. Integrar el aprendizaje en nuestra relación social con el perro para llegar a trabajar como un equipo potenciando la responsabilidad del perro en dicho trabajo, creo que es fundamental. Saber construir esa relación social, potenciar el afecto y la comunicación con nuestros perros es la parte que más me gusta de esta propuesta de trabajo.
Estos son (hay más) los principales motivos que me mantienen unido a esta propuesta de trabajo tan completa e interesante de conocer como es el sistema Cognitivo-Emocional. Como he dicho, sistemas de de adiestramientos hay muchos. La opción del C-E es la que más me gusta a mi, pero no quiere decir ni que sea la única ni la mejor de ellas. Cada profesional elige el que considera que mejor se amolda a su forma de entender el trabajo con los perros. Para mi, respetar al perro emocionalmente y, por supuesto, conseguir una relación social con el dueño que sirva para conseguir un perro proactivo y equilibrado es fundamental; y, desde mi punto de vista, este sistema es el más adecuado para conseguir estos objetivos.
Mi enhorabuena David, aún conociendo el sistema c-e a mi no se me ha hecho larga la entrada 😉 … se podrían decir tantas cosas… jeje
Totalmente de acuerdo contigo…
Muchas gracias Ruth. La verdad que hablar del Cognitivo-Emocional nos da casi para un monográfico, pero dices que los post deben ser cortitos 🙂
Saludos
Creo que no es necesario añadir nada más.Muy buen post David.
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